Conforme más conocemos del universo, más nos fascina. En este caso nos centramos en uno de los misterios que mayor vigilancia y estudio recibe por parte de los expertos: Los asteroides potencialmente peligrosos, también conocidos como NEOs (Near Earth Objects).
El cinturón de asteroides: Un campo de escombros espaciales
Entre Marte y Júpiter debería haberse formado un planeta, pero la intensa gravedad de Júpiter lo impidió. En su lugar, existe un cinturón con millones de asteroides. De ellos, aproximadamente un millón y medio tienen más de un kilómetro de diámetro, mientras que las colisiones frecuentes generan fragmentos más pequeños que, en ocasiones, son desviados hacia la Tierra.
¿Qué tamaño de asteroide es peligroso?
La mayoría de estos meteoritos que llegan a nuestro planeta se desintegran en la atmósfera, creando espectáculos como las estrellas fugaces. Sin embargo, los asteroides potencialmente peligrosos más grandes pueden causar impactos significativos dependiendo de su tamaño y velocidad.
- Del tamaño de una casa. Un asteroide así podría liberar la energía de una bomba de Hiroshima (20 kilotones), destruyendo todo en un radio de un kilómetro.
- Del tamaño de un edificio de 20 pisos (60 metros). Liberaría entre 50 y 50 megatones, arrasando una ciudad completa.
- De 11 a 12 kilómetros de diámetro. Este tamaño es el umbral para causar extinciones masivas, como ocurrió con el impacto del asteroide Chicxulub hace 66 millones de años, responsable de la desaparición de los dinosaurios.
- De 100 kilómetros o más. Un asteroide de este tamaño podría acabar con toda la vida en la Tierra.
La vigilancia y el desvío de asteroides
La NASA, a través de su Laboratorio de Propulsión a Chorro, monitorea miles de NEOs. Ejemplos recientes como el asteroide 1994 PC1 (1,1 kilómetros de diámetro) han pasado cerca de la Tierra, aunque sin representar peligro.
En octubre de 2022, la NASA probó con éxito una técnica para desviar asteroides con la misión DART, que impactó contra el asteroide Dimorphos, cambiando su trayectoria. Esta tecnología, aún en desarrollo, podría evitar futuros impactos catastróficos de asteroides potencialmente peligrosos.
La Asociación Valenciana de Astronomía (AVA): un ejemplo de vigilancia local
Reconocida internacionalmente, la AVA, con sede en el Centro Astronómico del Alto Turia en Aras de los Olmos, trabaja activamente en la detección y seguimiento de asteroides. Gracias a una subvención del programa Shoemaker NEO Grant, la asociación renovará sus equipos para mejorar la precisión en la detección de cuerpos celestes pequeños, difíciles de observar para los grandes observatorios.
Impactos históricos, un recordatorio de su potencial destructivo
El impacto de un asteroide potencialmente peligroso más conocido es el de Chicxulub, pero hay otros casos que han destacado a lo largo de la historia de la humanidad:
- Chelyabinsk, Rusia (2013). Un asteroide de 18 metros liberó 440 kilotones de energía, dañando edificios y causando heridas leves a más de mil personas.
- Tunguska, Siberia (1908). Un meteorito de 37 metros liberó energía equivalente a 185 bombas de Hiroshima, devastando 2.000 kilómetros cuadrados de bosque.
Conclusión
A pesar de los riesgos, los avances tecnológicos en vigilancia y desvío de asteroides nos dan herramientas para prevenir desastres con asteroides potencialmente peligrosos. Además, asociaciones como la AVA y proyectos internacionales como el de la NASA trabajan incansablemente para proteger nuestro planeta de estas amenazas cósmicas. Y aunque el peligro es real, la probabilidad de un impacto significativo sigue siendo extremadamente baja. Por lo que mientras que no se aviste un asteroide de un tamaño tan grande, que podría resultar dañino para la humanidad, te animamos visitar Sky Andaluz observatorio astronómico en Granada, donde te maravillarás de la observación celeste en primera persona gracias a nuestros increíbles telescopios.
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