El ciclo de vida de una estrella es una de las historias más fascinantes del cosmos, que comienza en el silencio frío de una nube de gas y puede terminar en una explosión brillante o en un remanente compacto y callado. En este artículo de Sky Andaluz te explicamos, cómo se desarrollan esas vidas estelares y por qué importan en la construcción del universo que conocemos.
Nacimiento: de nube a protostar
Todo empieza en una nube molecular, que son enormes acumulaciones de gas y polvo donde pequeñas perturbaciones (onda de choque, paso de una estrella cercana) provocan que regiones concretas colapsen por su propia gravedad. Ese colapso concentra masa y eleva la temperatura en el centro hasta formar un protostar. En esta fase inicial, el objeto brilla por el calor de la contracción; pero aún no ha comenzado la fusión nuclear del hidrógeno, que es la chispa que dará paso a su “vida adulta”.
La secuencia principal: la vida estable
Cuando el núcleo alcanza la temperatura necesaria, la fusión del hidrógeno a helio se pone en marcha y la estrella entra en su secuencia principal. Esta es la parte más larga del ciclo de vida de una estrella, la cual pasa equilibrando la presión de radiación contra la gravedad.
La duración de esta etapa depende sobre todo de la masa. En este sentido, las estrellas de baja masa pueden arder lentamente durante cientos de miles de millones de años, mientras que las supergigantes consumen su combustible en pocos millones.
La vejez estelar: gigantes y cambios internos
Al agotarse el hidrógeno en el núcleo, la estrella reestructura su interior. Así, el núcleo se contrae y las capas externas se expanden, enfriándose y formando una gigante roja (o una supergigante en los casos más masivos). En estos momentos la estrella quema elementos más pesados en capas concéntricas, avanzando en su propia tabla periódica interna. Este proceso marca la transición hacia el desenlace final del ciclo de vida de una estrella.
Finales posibles del ciclo de vida de una estrella: enanas blancas, supernovas y agujeros negros
El destino final de este fascinante ciclo de vida depende de la masa remanente.
- Las estrellas de masa baja o intermedia acaban expulsando sus capas externas, creando nebulosas planetarias, y dejan un núcleo caliente: una enana blanca que se enfría durante eones.
- Las estrellas muy masivas terminan en un colapso catastrófico. En este caso el núcleo se hunde y la envoltura exterior estalla en una supernova, dejando tras de sí una estrella de neutrones o, si la masa lo permite, un agujero negro. Estas explosiones son cruciales para el cosmos, ya que sintetizan y distribuyen los elementos pesados que luego forman planetas y vida.
El ciclo continúa más allá de la muerte de las estrellas
Las supernovas y los vientos estelares enriquecen el medio interestelar con elementos nuevos. Esos materiales se incorporarán en nubes futuras, cerrando el círculo. Por lo que el ciclo de vida de una estrella no es solo la historia de un astro, sino también la de generaciones enteras de sistemas planetarios.
Observa el ciclo desde aquí y ahora
Aunque las escalas temporales son gigantescas, muchas fases del ciclo de vida de las estrellas son visibles, como las nebulosas jóvenes, gigantes rojas y remanentes de supernova. En Sky Andaluz observatorio astronómico en Granada, te invitamos a descubrir estas etapas con los telescopios más avanzados de Andalucía y proyecciones sobre el Universo en el planetario. Ven a vivir el relato estelar en primera persona y entender por qué cada estrella tiene su propia y grandiosa historia. Organiza tu visita aquí o ponte en contacto con nosotros. ¡Te esperamos!







