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¿Cómo son las atmósferas de otros planetas del sistema solar?

¿Alguna vez te has preguntado cómo son las atmósferas de otros planetas de nuestro sistema solar? Si tienes curiosidad por descubrir las características de las atmósferas de planetas como Venus, Saturno o Marte, quédate con nosotros, ¡Porque en este post vamos a contártelo en detalle!

Requisitos para que los planetas tengan atmósfera

Para que los cuerpos astronómicos retengan una atmósfera a su alrededor, es necesario que la velocidad de escape molecular sea significativamente mayor que la velocidad promedio molecular de los gases presentes en estas atmósferas.

En este sentido, las atmósferas de los planetas terrestres y los gigantes presentan notable diferencias en composición y origen.

  • Las atmósferas de los planetas terrestres, incluyendo a Mercurio, Venus, Tierra y Marte, son el resultado de procesos posteriores y colisiones cósmicas. Con una abundancia de elementos volátiles que varía considerablemente de un planeta a otro, estas atmósferas no son primarias en su naturaleza. En lugar de eso, se forman a través de desintegraciones radiactivas del núcleo, evaporación de hielos atrapados en planetesimales, como hielo de agua, dióxido y monóxido de carbono, metano y amoniaco, o incluso a través de fenómenos extremos como el efecto invernadero desbocado en Venus.
  • En cuanto a los planetas gigantes, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, poseen atmósferas primarias que se formaron principalmente a partir del gas nebular original. Aunque tienen una abundancia de elementos pesados mayor que la del Sol, como el carbono, estas atmósferas son principalmente compuestas por hidrógeno y helio. El carbono, en particular, es mucho más abundante en estas atmósferas que en el Sol, y su presencia aumenta a medida que el planeta orbita a mayores distancias del Sol.

Venus, una auténtica caldera en el Sistema Solar

Con una atmósfera compuesta en su mayoría de dióxido de carbono (aproximadamente un 96%), Venus es un mundo inhóspito y abrasador. Las temperaturas superficiales alcanzan los 737 K (464 °C), lo que lo convierte en el planeta más caliente del Sistema Solar. Las nubes venusianas están compuestas de ácido sulfúrico (H2SO4) y se mueven a velocidades asombrosas de aproximadamente 100 metros por segundo (224 millas por hora). La presión atmosférica en la superficie de Venus es abrumadora, alrededor de 95.000 milibares, en comparación con los aproximadamente 1.000 milibares en la Tierra.

La atmósfera de Marte

Marte, el cuarto planeta desde el Sol y vecino de la Tierra tiene una atmósfera mucho más tenue que la de Venus. El planeta Rojo aún retiene una delgada capa de dióxido de carbono (aproximadamente un 95%) y trazas de nitrógeno diatómico y vapor de agua. Con temperaturas medias superficiales de alrededor de 210 K (-63 °C), Marte es un mundo frío y desértico.

Las estaciones bien definidas y las nubes de agua y dióxido de carbono dan vida a su atmósfera, mientras que las tormentas de polvo periódicas añaden drama a su paisaje marciano.

Las atmósferas de los gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno

Más allá de los planetas rocosos, nos encontramos con Júpiter y Saturno, los gigantes gaseosos del Sistema Solar. Sus atmósferas están dominadas por hidrógeno molecular (H2) y helio (He), con pequeñas cantidades de metano (CH4) y otros compuestos.

Las coloridas bandas de nubes y los fenómenos atmosféricos regionales en estos planetas crean un espectáculo visual asombroso. Desde la icónica Gran Mancha Roja de Júpiter hasta los remolinos turbulentos en Saturno, estas atmósferas son verdaderamente dinámicas y fascinantes de estudiar.

Conociendo las atmósferas de otros planetas del sistema solar, Urano y Neptuno

Finalmente, llegamos a Urano y Neptuno, los gigantes helados del Sistema Solar exterior. Aunque se sabe menos sobre sus atmósferas en comparación con Júpiter y Saturno, se cree que estas están compuestas principalmente por hidrógeno y helio, con trazas de metano y otros compuestos. Fenómenos como las auroras y los relámpagos han sido observados en estos lejanos mundos, agregando un toque de misterio al conocimiento del sistema solar.

Conclusión

Gracias a las sondas espaciales Pioneer, Viking, Venera, Marienr o Voyager, podemos conocer las atmósferas de otros planetas del sistema solar. Aunque estos no son los únicos cuerpos celestes con atmósferas. Ahora podemos saber que los satélites naturales también pueden tener sus propias atmósferas. Este es el caso de Titán, una luna de Saturno que tiene una atmósfera espesa.

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