Los agujeros negros son uno de los fenómenos más intrigantes del universo. Esta intriga y fascinación es aún mayor cuando el agujero negro se traga una estrella o cualquier otro cuerpo celeste de gran tamaño. Ya que, aunque los agujeros negros son invisibles cuando viajan solos, al encontrarse con otros objetos llegan a transmitir luminosidades increíbles y realmente cegadoras. Especialmente si el agujero negro es un gigante supermasivo que yace en el corazón de una galaxia.
Si este tema te fascina, quédate con nosotros. Te contamos qué ocurre en el transcurso de este acontecimiento.
Evento de disrupción de marea o cuando un agujero negro se traga una estrella
En el núcleo galáctico, la tranquilidad es solo una ilusión. Allí, la densa congregación de estrellas orbita a velocidades vertiginosas alrededor del agujero negro central. En este caótico ballet estelar, ocasionalmente una estrella se aventura demasiado cerca del abismo y sucumbe a su gravedad voraz.
Se estima que, en galaxias como la Vía Láctea, este encuentro entre agujeros negros y estrellas ocurre aproximadamente cada diez mil o cien mil años, un susurro en el tiempo, pero un espectáculo de magnitudes cósmicas.
Estos eventos, conocidos como eventos de disrupción de marea (TDE por sus siglas en inglés), pueden rivalizar en brillo con la propia galaxia que los alberga. Son destellos fugaces pero poderosos que nos permiten sondear los abismos de los agujeros negros supermasivos a distancias inconcebibles.
Una estrella devorada por un agujero negro, a 300 millones de años luz de la Tierra
Uno de estos eventos recientes, llamado AT2022dsb, ha deslumbrado a los astrónomos. Este encuentro, ubicado a unos 300 millones de años luz de la Tierra, fue detectado por el telescopio espacial Hubble. Aunque la distancia impide una observación directa, el efecto Doppler de la luz revela la voracidad del agujero negro.
Lo que se ha podido observar es que cuando el agujero negro se traga una estrella, esta se convierte en un disco de material que orbita alrededor del agujero negro, alcanzando velocidades del 3 % de la velocidad de la luz, describiendo una forma de donut o toroide al hacerlo.
Pero no siempre que un agujero negro se traga una estrella terminan tan abruptamente. En el caso de AT2018fyk, la estrella pasó lo suficientemente cerca del agujero negro como para perder sus capas externas, pero su núcleo permaneció relativamente intacto. Este evento parcial de disrupción de marea muestra una estrella que orbita el agujero negro en una danza mortal, perdiendo gradualmente su masa en cada encuentro cercano.
Detrás de este evento de disrupción de marea AT2018fyk, dos estrellas, en un sistema binario compacto, fueron desgarradas por las fuerzas gravitatorias del agujero negro, separando sus destinos en direcciones opuestas. Este baile estelar nos recuerda la fragilidad y la fugacidad de la vida en el universo.
Conclusión
Estos eventos, efímeros y violentos, nos ofrecen una ventana única al cosmos. A medida que los astrónomos continúan vigilando el cielo, esperan ansiosos el próximo acto en el que un agujero negro se traga una estrella. Se espera que otro fogonazo como los hasta ahora observados tenga lugar en 2025, cuando esta estrella pase de nuevo por su perihelio.
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