¿Alguna vez te has preguntado por qué la Vía Láctea se llama así? ¡En este artículo te damos todos los detalles!
La Vía Láctea, ese basto manto blanco formado por unas 400 billones de estrella asombró ya a los primeros hombres. Con su diámetro de más de 100 mil años luz, y una antigüedad que podría ser similar a la del propio Universo, la majestuosidad de nuestra galaxia ha sido objeto de innumerables mitos y leyendas. De hecho, para responder a la pregunta de por qué la Vía Láctea se llama así, debemos conocer el mito de Heracles, propio de la mitología griega.
La Vía Láctea, descubre tu propia galaxia
La leche de Hera
La historia que se encuentra detrás del nombre de la Vía Láctea se remonta a la mitología griega. Según una de sus leyendas, la Vía Láctea se asocia con la leche de la diosa Hera, esposa de Zeus y la reina del Olimpo.
Este mito trata las muchas infidelidades de Zeus, quien llegó a procrear fuera de su unión matrimonial. De todas sus infidelidades, lo que más humilló a Hera fue la traición con Alcmena, nieta de Perseo y Andrómeda y heredera de Micenas.
El nacimiento de Heracles
Por aquel entonces, Alcmena no había consumado matrimonio con Anfitrión, ya que este estaba lejos, en búsqueda de justicia por la muerte de sus hermanos. Zeus aprovechó esta ausencia para tomar la forma del vengador y así poder engañar a Alcmena. Esta se entregó a él dando por hecho que era su ser amado, concibiendo así a a Heracles.
La historia cuenta que Heracles (Hércules en la mitología romana), el hijo semidiós de Zeus y Alcmena, fue llevado a la cama de Hera por Hermes (el heraldo de los dioses) mientras aún era un bebé para que este pudiera tomar leche divina y pudiera alcanzar los honores del cielo. Hera, que no era su madre legítima, quedó sorprendida y disgustada por su presencia. Despertándose en medio de la noche, Hera lo apartó de su pecho mientras dormía, lo que hizo que algunas gotas de su leche derramada crearan una franja brillante en el cielo nocturno.
Esta franja blanca de leche derramada se convirtió en el símbolo celestial que conocemos como la Vía Láctea. En griego, se llamó «Galaxias Kyklos,» que significa «círculo lácteo,» y con el tiempo, este nombre se latinizó como «Via Lactea».
Desde aquel entonces, Hera emprendió el camino de la venganza y en diversas ocasiones intentó matar a Hércules, pero todos sus intentos estuvieron destinados al fracaso. Al final, Heracles consiguió ascender al Olimpo tras su reconciliación con Hera.
Otras historias y culturas sobre la Vía Láctea
Si bien la historia de la leche de Hera es la más conocida, otras culturas y civilizaciones tienen sus propias leyendas e historias sobre la Vía Láctea.
- China: En la mitología china, la Vía Láctea se asocia con la historia de amor de Zhinü (la estrella Vega) y Niulang (la estrella Altair). Se dice que una bandada de urracas forma un puente de plumas en el séptimo día del séptimo mes lunar, permitiendo que Zhinü y Niulang se reúnan durante un solo día al año.
- India: En la mitología hindú, la Vía Láctea se llama «Akash Ganga» y está relacionada con la historia del dios Krishna. Se cree que Krishna robó mantequilla de las casas de las gopis (pastoras) y se escondió en los árboles. Las gopis, tratando de encontrar a Krishna, arrojaron mantequilla hacia el cielo, creando así la Vía Láctea.
Una maravilla celestial, la mires por donde la mires
¿Conocías por qué la Vía Láctea se llama así? En cualquier caso, la Vía Láctea es una de las maravillas más impresionantes del cosmos y ha cautivado la imaginación de la humanidad durante siglos. Independientemente de su origen mitológico, sigue siendo un objeto de fascinación y estudio para astrónomos y amantes de la astronomía en todo el mundo. A medida que continuamos explorando y comprendiendo el universo, la Vía Láctea permanece como una conexión con las historias y mitos que han enriquecido nuestra comprensión de las estrellas y el cosmos a lo largo de la historia.