Un agujero negro es uno de los fenómenos más misteriosos y ‘oscuros’ del espacio. Existen todo tipo de leyendas sobre ellos y han servido de inspiración para múltiples historias de ciencia ficción. Y no es para menos, ya que se trata de un objeto astronómico realmente sorprendente, que merece la pena conocer en profundidad.
Así que vamos con otro concepto para iniciarse en astronomía.
¿Cómo se forma un agujero negro?
Los agujeros negros son restos de estrellas gigantes, que en su día fueron como diez o quince veces más grandes que el Sol.
Cuando estas estrellas de gran tamaño alcanzan su estadio final, estallan en cataclismos que se conocen como supernovas. Esta explosión hace que la mayor parte de la estrella se disperse por el vacío del espacio. Pero queda una cantidad de ‘restos fríos’ en los que no se produce esta fusión.
En una estrella joven, la fusión nuclear crea energía y una presión exterior constante que se mantiene en equilibrio con la fuerza de gravedad interior que produce la propia estrella. Pero en los restos inertes de las estrellas gigantes no existe fuerza que resista a la gravedad. Por lo que la supernova empieza a replegarse sobre ella misma.
Al no tener fuerza que frene la gravedad, el agujero negro que se forma encoje hasta un volumen cero. De hecho, incluso la luz de esta estrella no consigue escapar de la gran fuerza gravitatoria que tiene su interior, por lo que queda también atrapada en órbita.
Por estos motivos estas estrellas sin luz se conocen como agujeros negros.
¿Qué hay dentro de un agujero negro?
Los agujeros negros atraen la materia y la energía hacia su interior, como ocurre con otras estrellas como el sol, que atrae hacia él cuerpos celestes, entre ellos todos los planetas que forman nuestra galaxia.
Para que los planetas, la luz y otros tipos de materia sean atraídos por el radio de acción del agujero negro deben pasar cerca de él. Cuando se encuentran lo suficientemente cerca, hasta el punto de no tener retorno ni poder escapar, se dice que han entrado en el horizonte de sucesos. Para poder escapar de aquí los elementos tendrían que moverse a una velocidad superior a la luz.
Los agujeros negros de los sistemas binarios atraen continuamente masa de su estrella vecina. De esta forma va aumentando la forma del agujero, mientras que la estrella encoge de tamaño, hasta que llega un punto que encoge por completo.
Un gran poder para un pequeño tamaño
Probablemente te imagines que los agujeros negros sean de un tamaño extraordinariamente grande. Sin embargo, un agujero de una masa como la del Sol tan sólo tendría un radio de tres kilómetros.
Se cree que los agujeros negros que están en el centro de algunas galaxias tienen un radio de unos tres millones de kilómetros. Solo cuatro veces el tamaño de nuestro sol.
Debido a este pequeño tamaño no es posible observarlos de forma directa. No obstante, los científicos han podido confirmar su existencia midiendo la masa de una región del espacio y buscando zonas con grandes masas oscuras.
En 2019 los astrónomos pudieron capturar la primera imagen de un agujero negro con ayuda del Telescopio de Horizonte de Eventos (EHT por sus siglas en inglés), en una colaboración internacional que conectó a ocho radiotelescopios terrestres bajo una sola antena del tamaño de la Tierra.
El agujero negro supermasivo en cuestión se encuentra en el centro de una galaxia llamada M87, que se encuentra a unos 55 millones de años luz de distancia, y pesa más de 6 miles de millones de masas solares.
Conclusión
En Sky Andaluz queremos que descubras que el cielo no es el límite. Por eso, si te interesa conocer un poco más sobre el universo ponemos a tu alcance nuestras instalaciones para vivir una experiencia única con la que puedas iniciarte en astronomía en Granada a través de nuestros telescopios en nuestro observatorio astronómico en Granada.