La radioastronomía es una rama de la astronomía que nos permite obtener datos de cuerpos celestes y situaciones que no podríamos conocer mediante la astronomía óptica. Si tienes curiosidad en conocer más sobre ella, sigue leyendo. En el artículo de hoy te contamos el origen de la radioastronomía para el mejor conocimiento del universo.
Definición de radioastronomía
En un artículo pasado hablamos concretamente sobre qué es la radioastronomía. La radioastronomía es el estudio de las radiaciones que emiten los cuerpos celestes. Para poder analizar y obtener datos de estas radiaciones se necesitan antenas de gran tamaño o varios grupos de antenas que se utilizan en paralelo.
El radiotelescopio es un dispositivo que se utiliza para observar el firmamento mediante la captación de ondas de radio que emiten algunos cuerpos celestes. Entre ellos las galaxias activas, que emiten radiaciones de radiofrecuencia. Este tipo de radiaciones son más fáciles de analizar por el radio del espectro electromagnético que mediante la región de la luz visible que captan los telescopios ópticos convencionales.
Los radiotelescopios suelen utilizar una antena parabólica que sirve para amplificar las ondas. Con ayuda de esta antena los astrónomos pueden conocer el espectro de radio de una región del universo.
A veces se combinan varios de estos equipos para formar grandes radiotelescopios. Esta técnica mediante la que se combinan los radiotelescopios y el análisis de señales de radio que captan se conoce como radiointerferometría. La combinación de señales de dos o más radiotelescopios facilita a los profesionales tener mayor precisión de la fuente de radiación.
Origen de los radiotelescopios
Según podemos saber, el primer radiotelescopio que se conoce lo construyó el ingeniero estadounidense Grote Reber, en el año 1937. Este primer radiotelescopio empleado en radioastronomía tenía una longitud de nueve metros.
Desde ese momento se han inventado otros tipos de telescopios, pensados para abarcar un gran rango de longitudes de onda, tanto ondas de radio, como de rayos gamma. En 1957 el radiotelescopio de Reber fue superado por el radiotelescopio de Jodrell Bank, con una longitud de 76 metros.
A día de hoy, el mayor radiotelescopio individual es el RATAN-600, que se encuentra en Rusia. Este tiene una antena circular de 576 metros de diámetro.
Además de usarse en radioastronomía, los radiotelescopios también se utilizan en programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre, y en el seguimiento de vuelos espaciales no tripulados.
El radiotelescopio de Arecibo
El radiotelescopio de Arecibo es uno de los equipos de radioastronomía más conocidos del mundo. Está ubicado en Puerto Rico y ya ha protagonizado todo tipo de películas y series de televisión.
Este destaca por su gran tamaño, con una antena principal que tiene una longitud de 305 metros, construida dentro de una depresión.
Entre sus descubrimientos astronómicos destaca el conocimiento del periodo de rotación exacto de Mercurio, el 7 de abril de 1964.
En 1989 se hizo la foto de un asteroide, el 4769 Castalia. Un año después se descubrió el púlsar PSR B1257+12, una ayuda imprescindible para dar con sus dos planetas orbitales. Estos eran, ni más ni menos, que los primeros planetas extra-solares que se descubrían.
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